Somos Cambio
Somos cambio. Al igual que el tiburón que no para ni para dormir para así no quedarse sin oxígeno. Seguimos hacia adelante como sea, a pesar de los obstáculos y los imprevistos. Los branquiales del tiburón simbolizan la resistencia y la obstinación. Si tratas de ir a contracorriente del ritmo de la vida, te condenas a la muerte en vida, de quedarte en un lugar que ya no te corresponde y que no te aporta ya nada.
Es normal caerte por el camino o detenerte por miedo a lo desconocido. El camino no es fácil. Pero, si permaneces en lo conocido, haciendo lo que ya controlas, te primas del aprendizaje y de las oportunidades para poner en práctica los conocimientos adquiridos. Es más fácil perdurar donde nada te sorprende, ni te exige más de lo que aguantas.
Atrévete a soñar como el niño que reside en ti. Nadie te obliga a caminar cuando lo que te apetece es bailar o correr. Cada momento es una elección que te ofrece desviarte de lo mundano. Hay magia detrás de cada experiencia cuando te dispones de indagar en lo que te puede aportar. Cuando no salen las cosas como hubieses querido, te encuentras en el vacío fértil. La tierra donde puedes sembrar lo que quieras. Lo que parece un fracaso es un estímulo para la revolución.
La teoría es una colección de relatos de los que se han atrevido a romper el molde e ir por otro sendero. No obstante, ninguno es el tuyo. Tu camino es aquel que te llevará por las experiencias que necesitas para despertarte del letargo de la resignación.
La queja sólo sirve cuando actúas de manera coherente. La oscuridad te permite ver la luz. Desde la duda nace la esperanza. La tristeza extraña la felicidad. La alegría surge de reconocer tu realidad, con la sabiduría que alberga para ti y tomar consciencia de quien eres y de los recursos disponibles. Sé responsable de ser tú mismo en tu autenticidad
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