Bienvenidos a Casa
Aquel lugar donde soñaste con que sería tu hogar es un espejismo al igual que aquel que quisieras ver reflejado en el espejo. Por mucho empeñes en manipular tu realidad, mañana no llegará nunca. Al observar el minutero dar las mismas vueltas mientras no te acercará a lo irreal, sino te aleja de la realidad de ahora.
En algún momento dejaste de mirarte y reconocer tu perfecta imperfección para dedicarte a la comparativa mordaz. Es tan fácil perder el panorama completo cuando miras fijamente a lo que crees que tienen otros y tú no o lo que hacen con más elegancia que tú. Hay perfección y belleza más allá que las imperfecciones que te obsesionan en ti, pero ignoras en ellos.
No cuesta tanto recuperar la mirada amorosa al contemplarte. Lo ajeno que admiras no es más que una proyección del resplandor que emana de ti. En lugar de exigirte tanto, prémiate por haber superado tanto. Eres tú por todo lo que has conseguido. Pero, también eres producto de las tomas de consciencia que no habrían existido sin haberte lanzado a lo desconocido. Cada vez que te has quedado de una manera distinta a lo que esperabas, has aprendido algo que desveló otro rincón de tu oscuridad donde yacía una herramienta desconocida. Algo que te ha preparado para estar justo donde estás ahora.
Has elegido este camino específicamente para vivenciar cada experiencia y la emoción que evoca en ti. Así te has conocido con honestidad. Ahora, sé valiente y acepta que el destino es el camino. No hace falta embarcar hacia ningún lado. Ya estás en tu propio paraíso donde existe todo lo que necesitas para comprender el propósito de todo. Te acompañan todos los que quieren, los que pediste que te ayudasen te esperan con amor. Bienvenidos a casa.
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